ESTAMOS AQUÍ. Voy al bazar.
"Hubo un tiempo en que se decía "voy al 20 duros". Hubo un tiempo en el que gente fundamentalmente de Marruecos se hizo cargo de estos negocios y se empezó a decir también "voy al moro", a lo que contribuyó un poco más tarde la desaparición de las pesetas y, consecuentemente de los duros. Y ahora, que mayoritariamente los dueños son chinos, se dice "voy al chino".
¿Se debe usar esta expresión? ¿Hay algo detrás de su uso?".
Este ha sido el debate que una profesora ha planteado en una clase de 2º de Bachillerato. Antes del mismo les contó a sus alumnos como una alumna del curso anterior le había confesado en privado que no le gustaba que aludieran por su raza a su tienda y a las de tantos familiares y amigos. Expresándonos así, aun sin ser conscientes, tenemos la misma actitud xenófoba que los que en tiempos iban "al moro" o los que hace unas semanas gritaban a la asesina confesa de Gabriel "negra". Son moros, son chinos y es negra. ¿Y qué? Hablando y hablando se dieron cuenta los alumnos de que expresarse así es una forma de discriminar ya que la expresión lleva implícita la idea de un comercio de poca calidad, aunque todos vamos regularmente a este tipo de tienda. Con timidez, afloraron prejuicios como "son muy sucios", "son muy antipáticos" o "nos tratan como si fuéramos a robar". Una vez que entre todos analizaron convenientemente las cuestiones planteadas, la profesora les invitó a buscar una alternativa. La respuesta salió rápidamente ya que en muchas ocasiones la tenemos a la vista anunciando el nombre del comercio: "bazar".
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